Cubres mi mundo de delicias
de amor no consagradas
a ningún dios, a ningún rey.
Cubres mi mundo de voces
plenas de promesas
al aire de mis ilusiones.
Cubres mis tiempos de palabras
y de ideas que me invitan
a quererte.
Mis noches de abrazos de amor,
del suave caer en el olvido
de todo lo que no seas tú.
Sara.
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