Entre las brumas de tus bosques
fue fácil descubrirte,
Calentabas los tinteros
con amor y dejabas
libres pensamientos
a las ninfas creadoras
de tu mente, en momentos
pasionales, en instantes
racionales, cuidabas su
belleza, su atención a la obra.
Dulces manos
las que tanto aman, las que tanto
ofrecen al arte del amor
al amor del arte.
En las aguas de tus lagos
fácil fue amarte,
me invitabas a tu mente
a tu cuerpo suave y firme
a la humedad de tu amor
en un momento sublime.
En la hierba de tus prados
al caer de alguna noche
tendida sobre sobre el cesped
soñando con tus besos
fácil fue enamorarme.
Y en tus azules cielos
fue fácil descubrir las islas
verdes, que flotando sobre
el sueño sublimaban lo imposible.
Fue tan fácil amarte...
Es tan fácil para mi adorarte...
Sara.
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